Pues yo no. Es como si alguien dirigiera nuestros cuerpos y nuestra mente por caminos que no son los que queremos andar. Es como si el cuerpo se negara a contestar, a responder a un estÃmulo interior que nos dice con toda claridad y a GRITOS que !!NO hagamos ésto!! o que ¡¡Si, hagamos lo otro!!… pero aún y con todo lo que sabemos, por alguna razón desconocida, la liamos una y otra vez y desoÃmos nuestra propia conciencia. Y ahora vuelvo a preguntar ¿estás seguro de que eres TÚ y nadie más el que conduce, dirige y decide lo apropiado para tu vida?… Y repito: yo no.