Siempre que nos dan una sorpresa ponemos la misma cara de incredulidad, menos mal que no a todos nos sacan fotos en ese preciso instante, porque serÃan penosas. Se nos abren los ojos de manera drástica, y a la par la boca… ponemos cara de empanados y lo increÃble es que a todo el mundo le encanta!!… no puedo entenderlo.